PROPUESTA
ÉTICA PARA QUE EL SER HUMANO
CAMINE
HACIA LA FELICIDAD
POR: JULIA ELVIRA RIOS PALACIOS
Para empezar a esclarecer este interrogante haré referencia a mis días de estudiante de último grado de bachillerato cuando el
profesor de filosofía hizo una pregunta parecida en torno a la felicidad y cada
uno de nosotros los presentes respondimos desde nuestra escasa visión que era
estar contento, y vivir sin preocupaciones entonces el profesor argumentó que
Aristóteles se refería a que “era el fin o el bien último que el hombre
perseguía”. Que era “la plenitud del ser” y que se concretaba en establecer que
los individuos felices poseen mejores apreciaciones sobre sí mismos, tienen un
mejor dominio del entorno donde viven y unas excelentes relaciones sociales con
quienes comparte.
Y hoy reflexiono, y
en soliloquio expreso ¿Esto es posible cuando un ser humano que habita en un
entorno aislado de los suyos, de su familia, en medio de una soledad que se
hace cada día mas tediosa, y acompañada de una rutina de trabajo donde el apoyo
se desconoce porque cada quien hace lo suyo y la responsabilidad vive en el
último nivel de un alto número de personas que son parte de la comunidad con
quienes obligadamente se relaciona?. Ante esto, respondo que un camino para
llegar a la felicidad ha de ser el bienestar de los individuos en su propia
vida, es decir; mantener en términos positivos una satisfacción por la vida,
donde se autoevalúa frente a lo que hace y se optimiza, posibilitando que los
sentimientos agradables o positivos opaquen a los desagradables o negativos,
puesto que uno como ser humano también requiere de ser afectivo con uno mismo,
ya que cada quien en su cotidianidad es más feliz cuando el afecto está
presente, cuando existe un bienestar subjetivo, y se condensa como una cualidad
deseable y añorada porque se siente a gusto con lo que hace, con la vida que se
le ofrece día a día.
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