PROPUESTA
ÉTICA PARA QUE EL SER HUMANO CAMINE HACIA LA FELICIDAD
POR:
MÓNICA GALEANO PEÑA
Si he de ofrecer una propuesta ética que
permita que el ser humano en su integralidad camine hacia la felicidad. Primero
que todo esbozo que hay que crear las condiciones altamente significativas
para considerarnos constituidos como
humanos que razonamos y sentimos ser seres en relación, indiscutiblemente ser
uno mismo, pero siempre en relación con
el mundo social, cultural, planetario y universal.
La propuesta que considero pertinente
para este horizonte de felicidad debe plantearse desde una acción educativa que
permita crear unos ambientes de formación que perduren en nuestro ser, al igual
que en nuestra dimensión social, puesto que somos participes de una sociedad,
de una comunidad diversa indudablemente en sus pensamientos, sentimientos y
acciones; pero que indiscutiblemente nos convoca a ser parte de la
transformación que cada día se construye
y se hace viable y mejor.
Lograr desarrollar un modelo educativo
colmado creatividad, lúdica, relaciones sociales e interacción humanística y
neurosicoeducación se constituye en una base para ser libres, autónomos y constructores de un imaginario que modifica
esta estructura paquidérmica y anquilosada de los estudios sin sentido, de las
faenas inverosímiles de la educación tradicional que solo ve al sujeto que
aprende como un homo hábiles, como aquel que ha de aprender un oficio para ganarse la vida, pero no como
un ser que debe ser homo sapiens sapiens, que ha de pensar estratégicamente para vislumbrar
horizontes que lo conduzcan por los caminos de esa felicidad que pregona el don
del amor, del servicio, de la alegría, de la tristeza, del miedo, de caridad,
de bondad, de la fraternidad, de la
solidaridad, la sinceridad, en fin de
todas las emociones y valores acompañados por el razonamiento, todos tomados de
la mano caminando en una misma línea.
Ello
incidiría notablemente en el contexto de la impulsividad que muchas veces
gobierna al ser humano y otras muchas veces lo frecuenta porque confunde el
placer mediático con la felicidad, producto de haber inhalado solo los saberes
de la escuela, sin haber estado endulzados por la afectividad, la tolerancia y
el compromiso perenne de una reflexión sobre la practica en todos sus matices,
donde se tiene en cuenta el contexto en que se realiza y a todos aquellos seres
con quien se convive y se armoniza la vida misma.
Por consiguiente ha de ser un modelo
educativo que incluye todos los espacios por donde transita el educando y lo
hace que genere reflexiones sobre sus creencias, sus conocimientos, sus
sentimientos, sus gustos, su contexto, su cuerpo, su cerebro, su mente, sus
intereses, sus afectos, sus creencias en pro de estar momento a momento tras la
sutil sinfonía de la constructividad de la consciencia en pro de la
felicidad.
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